29 de enero de 2012

Karanka y el sensacionalismo



No creo que sea la persona más indicada para hacer una reflexión sobre el periodismo deportivo, aunque me van a perdonar y voy a dedicar unas líneas a un tema que viene de lejos: las ruedas de prensa del Real Madrid.

En el vídeo que encabeza la entrada podéis escuchar a un servidor -presa de los nervios- realizar una pregunta a Aitor Karanka. No había tenido suerte con Mourinho, por la sencilla de razón del elevado interés que suscita el portugués con sus declaraciones. A mí esto me parece una total falta de respeto a Aitor, y, por ende, al público que demanda información sobre un club de la importancia del Real Madrid. Resulta irónico ver a determinados periodistas quejarse de que Mourinho no habla de fútbol. Normal. ¿Qué preguntas se le hacen sobre este aspecto? Muy pocas. Solo van a buscar el titular y la polémica fácil. Yo entiendo que la finalidad de todo este circo es vender periódicos, y así se mueve últimamente el gremio, pero un poco de ética no le vendría mal a alguno. Quejarte de confrontaciones con el portugués para luego no tener la decencia de ir a una rueda de prensa de Karanka. Por mí, perfecto; más oportunidades para los demás. Aquí el único que pierde es el aficionado.


Posteriormente me encaminaba hacia la zona mixta, grabadora en mano, para conseguir alguna declaración de los protagonistas del encuentro. Aquí cada uno tiene que buscarse la vida, sobre todo si no eres de un medio relevante o no te das abrazos con los futbolistas. Sí, me daba para escribir un libro en referencia a los topos, filtraciones y demás parafernalia que observo cada semana. Lo más gracioso estaba por llegar: un grupo de estudiantes universitarios, supongo que de periodismo, estaban en la zona mixta nerviosos por la inminente salida de los jugadores. Para sorpresa de un servidor, varios jugadores se paran a la altura de los citados. Acudo raudo y veloz al punto de entrega, claro. Compuse una sonrisa irónica al ver un par de camisetas del Madrid y varias cámaras digitales en mano. Esa es la actitud: aprovechar un privilegio para hacerte fotos con los jugadores. Así está la profesión, señores.

Del partido poco que decir: el Madrid sigue bailando al ritmo que marca Mesut Özil. Quizá lo más destacado fue la pregunta que le formulé a Karanka sobre Cristiano. El portugués trabaja para el equipo, tanto en ataque como en defensa. También pudimos ver muy buenos minutos de Granero. No es indicativo de nada por la entidad del rival, pero puede ser algo más que un recurso de banquillo en próximas citas.

Real Madrid 3 - Zaragoza 1. Kaká, Cristiano Ronaldo, Özil.

Casillas (1), Altintop (1) , Carvalho (2), Pepe (2), Marcelo (1), Alonso (1), Granero (3), Özil (3), Kaká (2), Cristiano Ronaldo (2), Benzema (1), Higuaín (1), Callejón (1), Lass (1)

Mejor jugador del partido: Özil

26 de enero de 2012

De tú a tú


Decía el gran Manuel Jabois hace tiempo -con la crisis interna del Madrid tras perder en Valencia y empatar en Santander- que esos que decían querer "quitarse" de este equipo acabarían por ahí aparcando coches. Y avisaba: el que se mueva del poblado, que no vuelva. Un dicho bastante aplicable a algunos elementos que han seguido a pies juntillas los dictámenes de ciertos medios en los últimos días. Topos por aquí y topos por allá. La realidad es que a este equipo le faltan pequeños detalles, ese último paso que marca la diferencia entre el triunfo y la amarga derrota. Se hablará mucho del planteamiento de la ida, en el cual el Madrid se fue al descanso con victoria por la mínima; hoy, en cambio, perdía por dos goles a cero. Mourinho y el Real Madrid salen reforzados psicológicamente de este partido: la batalla por la Liga y la Copa de Europa sigue su curso.

Voy a intentar diseccionar lo más brevemente posible lo ocurrido, a pesar de la extensión que requiere un partido de estas características, en distintos apartados.

1) Planteamiento. 4-3-3; mismo planteamiento táctico que en la ida. La diferencia radica en la presencia de Özil en esa línea de tres con Xabi y Lass, mientras que Pepe volvía al centro de la zaga. El Madrid tuvo mejor salida del balón con la presencia del alemán y de Arbeloa - vaya expulsión en Málaga - que le permitió no abusar tanto de Casillas. A pesar de ese condicionante me pareció, igual sólo fue una sensación mía, que el Barcelona presionó a un nivel inferior que en el Bernabéu.

2) Pequeños detalles. La pegada, ese gran argumento utilizado por los creadores del fútbol para desmontar cualquier criterio futbolístico del Madrid en los dos últimos años. Pues bien, tal y cómo ocurrió en la Supercopa de España, ese factor volvió a jugar de cara a los de Guardiola. El Barcelona tuvo dos ocasiones en los primeros cuarenta y cinco minutos y ambas fueron para dentro. Higuaín fue titular ante la sorpresa de todos; con más motivo a los veinte segundos de acordarnos de la ausencia de Benzema. Es muy ventajista criticarle eso a Mourinho, sí, pero no hay color. El tremendo disparo de Özil lo repele la cruceta; el misil de Alves, a la escuadra. No words.


 3) Özil y la presión. Decíamos en el partido contra el Athletic que se veían signos de recuperación del futbolista alemán. Dudas despejadas, Mesut. Ha vuelto ese jugador que nos había maravillado a todos con su pausa, toque y una inteligencia divina para entender el fútbol. El plano físico, a pesar de que muchos argumentan que sólo es importante el balón, es fundamental. Prueba de ello es ver el pobre nivel de Xabi Alonso desde el parón invernal. Por no hablar de Marcelo, claro. El Madrid hoy sí se dejo el alma en ello adelantando las líneas. Respecto a Özil hay que comentar esa mejora. Le hemos visto realizar esos cambios de ritmo imprevisibles y creo que Abidal es testigo presencial de ello.
   
4) Fútbol y coraje. La entrada de Benzema fue un soplo de aire fresco. Cuando entra en contacto con el balón sabes que va a pasar algo. Y eso sólo ocurre con los grandes jugadores, claro. El Madrid recuperó la confianza con un pase al espacio de Özil sobre Cristiano; el portugués dribla a Pinto con la mirada y marca a placer. Bueno, todos pensábamos que llegaba el omnipresente Puyol. Y en esas Benzema hace del fútbol una obra arte: sombrero, control; parece que se le queda atrás, pero se la acomoda con el muslo y define como los genios. El Madrid había vuelto.

 Defender con el balón

5) Primeros síntomas. Como bien ilustra la imagen, el Barcelona hubo momentos en los que defendía con los diez jugadores de campo en su propio terreno. Callejón y Cristiano tuvieron la oportunidad de meter miedo hasta la expulsión de Ramos. Pérdidas de tiempo, desaparecen los recogelotas, Piqué interpretando mejor que la actriz de The Artist, etcétera. Sí, el Barcelona es terrenal. Pero tiene un batallón de recursos infinitos para cada situación de partido.

6) Teixeira. El criterio del señor Teixeira Vitienes fue cómico, por no decir palabras mayores. Es increíble que Dani Alves y Sergio Busquets se hayan ido sin ni una sola tarjeta. Alucinante. El canterano del Barcelona volvió a llevarse las manos a la cara, Motta remember, y el trencilla mandó a Ramos a la ducha. En los penaltis en las áreas hubo situaciones similares de contacto, aunque hay unas manos de Abidal y Busquets bastante dudosas. Lass también se pudo ir del campo antes de tiempo. Lo que sí es criticable es el vergonzoso criterio a la hora de añadir tiempo: dejó sacar la falta que fue el origen del segundo gol; mientras que se negó a hacerlo en la que sería la última jugada del partido.

El equipo ya piensa en la Liga. El objetivo es mantener y, si es posible, aumentar la ventaja con respecto al Barcelona. Las hienas vuelven a la sabana tras darse un festín a costa de la imagen de Mourinho. Volverán, no fallan. La unión de este equipo, la directiva y su entrenador es tan fuerte que puede con todas las adversidades.

Barcelona 2 - Real Madrid 2. Cristiano Ronaldo y Benzema; Pedro y Alves.

Casillas (1), Arbeloa (3), Pepe (2), Ramos (2), Coentrao (2), Alonso (1), Lass (1), Kaká (2), Özil (3), Cristiano Ronaldo (3), Higuaín (1), Granero (2), Benzema (3), Callejón (1)

Mejor jugador del partido: Mesut Özil

24 de enero de 2012

Carta abierta a José Mourinho


Estimado Don José Mourinho:

Sé que pasa por momentos difíciles. La campaña orquestada por diferentes medios de comunicación contra su persona está alcanzando las mayores cotas de miseria jamás vistas. No es nada nuevo, incluso le han  llegado a faltar al respeto y a su dignidad, con insultos propios de gente rencorosa y enferma. No es solamente una cuestión futbolística, sino que hay intereses profesionales y empresariales que quieren verle fuera del Real Madrid. Como periodista me avergüenza, como madridista me duele en el corazón.

Su llegada a Chamartín ha sido la mejor noticia que le ha podido pasar al Real Madrid. Este club llevaba años dando tumbos en la dirección deportiva, con entrenadores pusilánimes y otros tantos jugadores haciendo la guerra por su cuenta. José Mourinho ha cambiado eso. El Real Madrid es ahora una gran familia en la que todos reman en la misma dirección, a pesar de las injerencias externas que tienen el único fin de eliminar este proyecto. José Mourinho no vino al Real Madrid para ganar exclusivamente al Barcelona, sino para cambiar el organigrama de un club y devolverle a su estado natural: la élite. Una entidad que llevaba 8 años sin pasar de octavos de final en Champions -cosa que usted remedió a las primeras de cambio- y 18 sin ganar una Copa del Rey. Un título con final épico, derrotando a uno de los mejores equipos de la historia, según dicen esos que le quieren fuera del Madrid.

Sé que los pitos del otro día le han dolido. El Bernabéu no es una empresa fácil; ese estadio como bien sabe ha pitado a grandes jugadores y entrenadores, muchas veces de manera incomprensible desde mi punto de vista. El madridismo es universal. Hay millones de madridistas por el mundo, los cuales profesan una fe inquebrantable en José Mourinho. La gente que le admira lo hace a través de las redes sociales. Es tal el sentimento de unión que incluso se han puesto en marcha movilizaciones para que las empresas no se anuncien en el diario Marca y en el periódico As. El apoyo hacia el club y su persona es incondicional.

Muchos madridistas están nerviosos y cabreados por su posible salida. Yo estoy muy tranquilo. Sé que Florentino Pérez, José Ángel Sánchez, y todo el club en general, están a muerte con usted. Y gran parte del madridismo piensa lo mismo. Le pido que siga luchando por el Real Madrid con la misma determinación con la que lo ha hecho hasta ahora y que cumpla en esta institución muchos años. Sería una buena señal: el madridismo quiere seguir creciendo con usted al mando.

Un fuerte abrazo,
Ángel Martín - Webmaster de Diario digital madridista.

23 de enero de 2012

Autodestrucción


La agitprop continua su curso, y no va parar hasta lograr su objetivo, mientras el Madrid avanza con paso firme en su lucha por mantener la ventaja de 5 puntos con el Barcelona. Personalmente nunca había vivido de manera tan directa este clima de agitación que rodea a la entidad blanca. Es absolutamente vergonzoso que un jugador de la plantilla filtre una nueva conversación privada a los medios de comunicación. Y más si cabe, con la situación de estabilidad institucional y deportiva en la que se encuentra el club. Los pitos a Mourinho son el reflejo de esa máquina de autodestruccción llamada Real Madrid Club de Fútbol.

El Madrid volvió a ganar en el Bernabéu, aunque sigue con las mismas dudas respecto al juego. La baja forma de algunos jugadores no invitaba a un Alonso - Granero, sobre todo por la prensencia de Kaká y Özil, jugadores con problemas para correr hacia atrás. Nos encontramos con un correcalles sin sentido, con el Athletic sacando provecho en el marcador y teniendo oportunidades de poner brecha. Una jugada primorosa, casi al primer toque, entre Marcelo, Cristiano y Benzema, la finaliza el lateral brasileño en el área para poner tablas. Las líneas del conjunto de Mourinho estaban a mucha distancia, solo la conducción de Kaká ponía algo de dinamismo a las jugadas de peligro madridista.

Las mejores noticias del partido para el Madrid son:

1) Özil regresa del abismo. El alemán recordó a aquel que deleitó al Bernabéu con grandes actuaciones la temporada pasada. Su recuperación es vital para el devenir del equipo. El partido que ha realizado es de matrícula honor: clinic en recursos, manejo de balón y regate en corto. Brutal

2) Cristiano Ronaldo. El portugués cada día sale un poco más del bache. Sus ayudas en defensa se ganan el aplauso fácil del respetable.

3) Callejón. Hacía tiempo que no aparecía un jugador con tal vínculo emocional/deportivo al Real Madrid.


El Madrid remontó el encuentro gracias a dos penaltis, ambos parece que bastante claros, y el postre de José Callejón. A pesar de ello, el partido nos deja valoraciones negativas.

1) Traidor en el grupo. Me imagino que muchos de vosotros os estaréis preguntando quién es el futbolista que ha traicionado a Mourinho y a todos sus compañeros. Cuando salga a la luz, ese individuo no debería jugar más en lo que resta de temporada. Yo tengo dudas entre 2 y 3 jugadores del primer equipo. Pero no tengo pruebas, claro

2) El Bernabéu. Zidane, Ronaldo y CR7 han sido pitados aquí. ¿Por qué no yo? Yo puedo responder en algún momento para cambiar esta situación o que algún día se queden ellos tristes. Así hablaba Mourinho de los sorprendentes pitos de gran parte del Bernabéu. Para mí esto es más grave que lo publicado por Marca. Mientras tanto, Siro López afirma que el portugués se irá en Junio. Aunque admiro mucho a Siro creo que el portugés seguirá un año más. La presión a la que están sometiendo diversas tertulias radiofónicas ("Mourinho es un cáncer, es igual que Goebbels...") y diarios (nazi portugués, abyecto, Lucifer, etc) pueden influir en su decisión. Aunque para él, seguro, la traición de sus jugadores le duele más que cualquier insulto.

Real Madrid 4 - Athletic 1. Cristiano Ronaldo (2 p), Marcelo y Callejón

Casillas (1), Arbeloa (2), Ramos (3), Varane (2), Marcelo (3), Alonso (1), Granero (1), Kaká (3), Özil (3), Cristiano Ronaldo (2), Benzema (2), Higuaín (2), Callejón (2), Lass (-)

Mejor jugador del partido: Özil

19 de enero de 2012

La historia interminable


El Madrid vuelve a pagar sus propios errores es una película que ya hemos visionado en varias ocasiones. El planteamiento de Mourinho sería criticable muchísimos días. Hoy no, sin duda. Las bajas de Arbeloa, Khedira y Di María dejaban abierto un abanico de posibilidades que obligaba a poblar el centro del campo y utilizar jugadores menos habituales. Carvalho llevaba tiempo entrenando, aunque su titularidad deja en una situación complicada a Albiol. Varane es demasiado joven para un partido de estas características.

El planteamiento fue idéntico a la ida de las pasadas semifinales de Champions. Aunque quizá, por unos momentos, el Madrid fuera aquel Inter de Milan agazapado con el airbus en el Camp Nou. A pesar de todo lo hablado y la indignación que hay en parte de la afición del Madrid - esa que se va 15 minutos antes de que se terminen los partidos - es preciso matizar muchas cosas.

1) El nivel físico del Madrid, a estas alturas de la temporada, es paupérrimo. No se puede plantear un partido con una línea de presión ofensiva tan atrás. Es un suicidio. Hay equipos que sí saben juntar dos líneas de 5 jugadores, pero no era el momento y el lugar para hacerlo. La baja de Di María, el hombre fundamental en esa faceta, merma cualquier posibilidad de ello. Hay equipos con mil limitaciones futbolísticas. Pero ese defecto lo cubren con sacrificio, gran preparación física y una buena salida del salón. El Madrid carece de las dos últimas.

2) Problemas en la salida del balón. Evidentemente, esto deriva del gran arma del Barcelona de Guardiola: la presión infernal que realizan sus jugadores cuando no tienen la posesión del balón. El despliegue físico es absolutamente descomunal, coordinado y eficaz. También hay cierta complacencia arbitral, sobre todo cuando Busquets corta siempre los contragolpes con una falta táctica. Esa acción casi nunca es sancionada. Y el problema lo tiene el Madrid; se encuentra en una tesitura donde el mejor jugador en esa faceta - Xabi Alonso - no le da tiempo a distribuir con rapidez el balón. No digamos ya Altintop, Ramos o Carvalho. Y si nos centramos en Casillas, apaga y vámonos. Exasperante. El portero recibió pitos del Bernabéu tras el enésimo balón regalado al Barcelona.

3) Errores evitables. Los dos goles del Barcelona son errores blancos. De patio de colegio. El primero es un grave fallo de marcaje de Pepe; mientras que en el segundo, Altintop pierde la referencia de su par. Tampoco vamos a negarle mérito a Messi en el pase, claro.

4) Cristiano Ronaldo. El portugués es un madridista más. El gesto que tuvo en Mallorca, ignoro si por orden de Mourinho, de ayudar en tareas defensivas, ha sido el acicate necesario para su redención. No le salían las cosas en ataque, ni mucho menos, pero la actitud de Cristiano Ronaldo en el partido de hoy es digna del mayor elogio posible. Fue el mejor del Madrid y se pudo ir con un premio mayor si el equipo hubiera tenido más acierto en algún que otro contraataque.

5) El Barcelona y Mourinho. ¿Es posible derrotar a este Barcelona? Claro que sí. El argumento zafio y mezquino que utilizan intoxicadores - los amigos de Menotti- desde Madrid es acusar al portugués de animar a sus jugadores al juego sucio, que hay problemas con el vestuario, y un distanciamiento con la afición. Entiendo que muchos vivían mejor con Pellegrini en las ruedas de prensa y con confidentes en el vestuario, pero eso al aficionado le importa poco. El Barcelona de Guardiola evoluciona cada temporada; no es aquel conjunto batible del año glorioso de Mourinho con el Inter. Recordemos que los italianos ganaron esa eliminatoria con Cambiasso, Motta y Zanetti en el centro del campo. ¿Se puede ganar? Sigue siendo un reto. ¿El único es Mourinho? No lo sé. Lo que sí tengo claro es que Mourinho es el mejor entrenador que puede tener el Real Madrid.

Real Madrid 1 - Barcelona 2. Cristiano Ronaldo; Puyol y Abidal.

Casillas (0), Altintop (1), Carvalho (1), Ramos (1), Coentrao (1), Pepe (1), Lass (1), Xabi Alonso (1), Higuaín (0), Benzema (1), Cristiano Ronaldo (2), Özil (1), Callejón (1), Granero (-)

Mejor jugador del partido: Alexis Sánchez

15 de enero de 2012

Carga de caballería


Son estas victorias las que hacen aflorar las emociones, tanto para los que disfrutan como para los que sufren. El triunfo de esta noche supone un golpe psicológico en la lucha por el campeonato liguero. Con una ventaja de ocho puntos sobre el Barcelona, a falta del partido de mañana, el Madrid llega con la moral por la nubes de cara a la eliminatoria contra los culés. Sin embargo, el nivel físico y futbolístico del conjunto de Mourinho está bajo mínimos. La valentía del portugués con los cambios, una vez más, junto con la casta y épica de jugadores como Higuaín y Callejón consumaron una victoria que vale su peso en oro.

Mourinho no reservó nada de cara al encuentro del miércoles. Como dijo en rueda de prensa, es más importante la Liga que el encuentro de Copa. A pesar de ello, el Madrid realizó una primera mitad impropia de un equipo serio. Parte del mérito hay que adjudicárselo al trabajo de Joaquín Caparrós. Aunque no gusten sus métodos, -curiosamente valorados por cierta prensa sí los hace él y altamente criticables si los realiza Mourinho- siempre hay que sudar sangre para derrotar a sus equipos. El Mallorca hizo su partido, superando a los blancos en todos los aspectos en los primeros cuarenta y cinco minutos. Pero lo que el Madrid nunca se puede permitir por el peso de llevar esa camiseta, es, sin duda, ser inferior en actitud y lucha a tu adversario. Aunque hay jugadores como Xabi Alonso que se encuentran en un nivel físico bastante bajo, otros tantos debieron dar un paso adelante.


Gol en contra, pérdidas de tiempo, permisividad arbitral para realizar faltas sin sanción alguna, etcétera. El partido estaba en el terreno que quería Caparrós, cuyo equipo esperaba agazapado en su campo para dar el golpe definitivo al contragolpe. La entrada de Kaká dio otro aire al equipo; Cristiano y Callejón se colocaron pegados a la cal y las ocasiones no tardaron en llegar. En una de ellas Özil vio el hueco, e Higuaín en un gol raulista - aunque le pegase mal la pelota iba a ir para dentro- inició las hostilidades. La cabalgada final la culminó el tipo más adecuado para estas ocasiones: Callejón. Remontada e indignación en todas las esferas del panorama futbolístico. 

El Madrid vuelve a dejar muchas dudas. La presencia de Pepe en el centro del campo se hace más imprescindible que nunca, sobre todo porque eso significaría ver a Lass de lateral derecho. Tampoco descartemos que Mourinho apueste por Marcelo de interior. Las incógnitas vuelven a recaer sobre el rendimiento de Cristiano Ronaldo y el cambio de posición que baraja el entrenador portugués de cara a la próxima eliminatoria.

Mallorca 1 - Real Madrid 2; Higuaín y Callejón

Casillas (1), Arbeloa (1), Sergio Ramos (3), Pepe (2), Marcelo (1), Alonso (1), Lass (1), Özil (2), Cristiano Ronaldo (1), Callejón (2), Benzema (2), Higuaín (2), Kaká (2), Coentrao (1)

Mejor jugador del partido: Sergio Ramos

11 de enero de 2012

Pan para hoy...


Hambre para mañana. Analizamos brevemente el partido de esta noche:

1)  4-3-3. Mourinho volvió a los orígenes del trivote en circunstancias comprometedoras: partido de alto nivel fuera del Bernabéu. Tres piezas que estuvieron muy imprecisas, sin la brillantez de otras ocasiones. La fragilidad de Xabi Alonso y la probable ausencia de Khedira en las próximas semanas auguran un futuro negro a corto plazo. Al tolosarra le cuesta un mundo ponerse a tope tras los parones de la competición.

2) Higuaín y Kaká. Los problemas de estos dos jugadores en el juego en estático son una losa para el equipo. El brasileño es un quiero y no puedo; mientras que el argentino se desmarca bien con espacios, pero sin ellos se pierde. Por no hablar de la facilidad que tienen los defensas para frenarle con sólamente taparle su lado derecho. Esa es la gran diferencia que coloca a Benzema un peldaño por encima: dos salidas, dejando a un lado los recuros técnicos. En velocidad y al contragolpe son únicos, sin duda, pero prescindibles en demás escenarios del juego. 

3) Pepe y Ramos. Oficio, sobriedad, rápidos al corte y buena salida del balón. A este nivel pocos delanteros pueden triunfar un día como hoy. La jaimitada de Arbeloa cambia todos los planes. Una decisión que Mourinho va a sopesar muy detenidamente de cara al probable partido contra el Barcelona.

4) Cristiano Ronaldo. El portugués vive un momento crítico: no le sale nada. Se encuentra perdido en un maremágnum psicológico con el Barcelona a siete días vista. Lo reflejaba muy bien Gistau hace unos días. Cristiano lleva la carga del madridismo dentro de él, ese complejo freudiano que les impide vencer a los azulgranas. Hay que animarle, aplaudirle, estar con él. ¿Pitarle? Se deben buscar alternativas. Y esas, ya que el Bernabéu no está por la labor de hacer nada, recaen en Mourinho. Cambio de posición o nuevo rol en ese partido.

5) Benzema. El francés es el Rey Midas. Sí, todo lo que toca lo convierte en oro. Caballero hizo de Arconada  y el Madrid sentenció el pase a cuartos. Con dudas. Muchísimas dudas.

Málaga 0 - Real Madrid 1; Benzema

Casillas (2), Arbeloa (0), Ramos (2), Pepe (3), Coentrao (3), Alonso (1), Lass (2), Khedira (1), Cristiano Ronaldo (1), Kaká (1), Higuaín (1), Özil (2), Marcelo (2), Benzema (2)

Mejor jugador del partido: Pepe

3 de enero de 2012

Benzema y el miedo escénico


Noche de reencuentros. Héroes y villanos, más la necesidad imperiosa de ver fútbol, hacían del partido de hoy una obligada cita ante el televisor. En el Bernabéu frío, mucho frío, tanto en el ambiente como en la actitud de los jugadores en la primera mitad. Dos jugadas calcadas a la salida de un córner condenaban al Madrid hacia el abismo. Mourinho, en pleno arrebato en el descanso, puso todas la piezas sobre la mesa. Una de ellas es el rey del tablero. Con el mejor nueve del planeta se puede ir hasta el fin del mundo. Sí, ese no es otro que Karim Benzema.

Muchos ya tenían la vista puesta en el más que probable enfrentamiento entre Madrid y Barcelona. Mourinho no, desde luego. La presencia de Alonso, Casillas y Cristiano en el once es la muestra de ello. El Madrid salió plano, sin desborde. Muy plomizo. El reloj de Xabi se quedó parado en 2011 y el Madrid sufrió. Muchísimo. Siempre lo hace cuando el tolosarra no está a su nivel. Mourinho dejó varios recados en rueda de prensa; en uno de ellos advertía de los excesos navideños en algún jugador. No sé quién es el protagonista, sólo indico que Alonso estuvo con dos marchas menos en el motor. Demasiado lento. Y si a eso le añadimos los dos fallos garrafales de Iker en los goles, apaga y vámonos. La bronca en el vestuario debió ser épica.


La entrada de Benzema, Özil y Khedira revolucionó el encuentro. El Málaga tuvo un buen trato del balón, con un espectacular Isco a la cabeza. Van Nistelrooy hizo bien su papel: aguantar la pelota en una zona y esperar la llegada de sus compañeros. Jugar al contragolpe, a sus años, es matarle. Se llevó la ovación del respetable por sus años de blanco. Una afición que, sorprendentemente, animó cuando más lo necesitaba el equipo. Mourinho ha destacado en rueda de prensa el apoyo fundamental del público para lograr la remontada. Un hecho, que debería ser rutina, aplaca a cualquier rival. Los de Pellegrini fueron un juguete en la segunda mitad. La recuperación de esa unión histórica entre el afición y el equipo es clave para los próximos compromisos.

El gol de Khedira, a trancas y barrancas, inició las hostilidades. Benzema ya se había puesto el mono de trabajo. Qué partido. Presencia en todos los flancos del ataque, devoluciones, paredes y desmarques. En definitiva, un sinfín de movimientos que le hacen ser, para un servidor, el mejor nueve del planeta. La afinidad Higuaín - Raúl y Benzema - Zidane, salvando las distancias futbolísticas, es un hecho. El primero es el héroe de la grada, aquel que encarna valores madridistas basados en la lucha, la pillería y el esfuerzo (segundo gol como prueba de ello). Mientras que Benzema es clase y elegancia, unas características que le sitúan más cercano a un mediapunta clásico que a un nueve. Sin embargo, el francés tiene gol. Y mucho. El tanto de la victoria fue un bofetón para esas hienas que sonreían en el descanso, ávidas de sangre y de un golpe moral con Pellegrini como cabeza de turco. 

Que sigan esperando.

Real Madrid 3 - Málaga 2; Khedira, Higuaín y Benzema

Casillas (0); Arbeloa (1), Pepe (2), Albiol (2), Marcelo (3); Alonso (1), Lass (3), Kaká (1), Cristiano Ronaldo (2), Callejón (1), Higuaín (3), Benzema (3), Khedira (3), Özil (2)

Mejor jugador del partido: Benzema